sábado, 28 de diciembre de 2013

DUBAI

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Emiratos Árabes Unidos
Los Emiratos Árabes Unidos están compuestos por una federación de siete emiratos fronterizos con Omán y Arabia Saudí. Pese a los esfuerzos realizados y a operaciones urbanísticas de envergadura, los pequeños emiratos de Ajmán y Um el Kaiwain, Ras el Jaima, el más conservador Sarja o el montañoso Fujaira, que merece el viaje por sus espléndidos paisajes y su mezquita de Badiyah (s. XV), siguen siendo unos desconocidos en la escena turística.
Todos ellos están eclipsados por Dubái y la capital, Abu Dabi, que acaparan todas las atenciones de un turismo de lujo en pleno auge. Ambas ciudades -los nombres de los emiratos se confunden con el de su ciudad principal- rivalizan en imaginación y desmesura en lo que a arquitectura se refiere: espectaculares rascacielos e islas artificiales (Palm Islands) en el caso de Dubái, construcción de un museo, el Louvre Abu Dabi (apertura en 2013), con el cual la capital emiratí quiere materializar su enfoque más cultural. Ninguna de las dos oculta su pasión por el deporte, con competiciones internacionalmente reconocidas de golf, tenis, fútbol, rugby, cricket, vela, F1, hípica -los emires son grandes criadores de caballos- y carreras de camellos... Todo ello sin olvidar la cetrería, arte tradicional de todos los emiratos.
Y si bien el petróleo sigue siendo la fuente de ingresos masiva y principal, los Emiratos Árabes Unidos están haciendo esfuerzos por diversificar sus actividades, principalmente Dubái, que se orienta hacia las nuevas tecnologías.
Dubai
Dubái, situado a orillas del golfo Pérsico entre Abu Dabi y Sarja, es el más poblado de los Emiratos Árabes Unidos, un país marcado por la desmesura más delirante que se ha convertido en el centro mundial del turismo de lujo.
El visitante en busca de sensaciones visuales quedará impactado por el gigantismo de sus creaciones arquitectónicas: hotel Burj Al Arab, Emirates Towers, Burj Khalifa (818 m, el rascacielos más alto del mundo), la colosal Dubai Marina o los tres inverosímiles archipiélagos artificiales de Palm Islands, de los cuales hasta el momento sólo hay construido uno
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El aficionado a las emociones intensas disfrutará en el parque acuático Wild Wadi, esquiará en pleno desierto en el Mall of Emirates, vivirá con pasión las carreras hípicas de Nad Al-Sheba y quedará maravillado ante las reconstituciones de entornos naturales de la reserva de Ras Al-Khor o en los parques de Creekside y Za'abeel. Un paseo por la parte histórica servirá para reponerse de tanta emoción, ya que Dubái no se limita a ser una creación donde el futuro precede al presente: el país tiene una historia que se remonta a finales del s XVIII, cuando unos pescadores decidieron asentarse en su suelo. Transformado en ciudad en 1833, momento en que la dinastía Al Maktum -todavía en el poder- toma el control para abrirlo al comercio, y protectorado inglés a partir de 1892, el país conquista su independencia en 1971.
Todo va rápido en Dubái. El oro negro dicta el ritmo de una actividad que se diversifica sin cesar, lo cual no le impidió sufrir los efectos de la crisis económica de 2009.
Rebautizado Burj Khalifa cuando se inauguró en 2010 en honor al emir de Abu Dhabi, el Burj Dubai es, con sus 818 m, el edificio más alto del planeta desde el 27 de marzo de 2008. Al sur del centro histórico se está creando un nuevo barrio: Downtown Burj Khalifa.
En Dubái la desmesura no está simbolizada por un monumento religioso o histórico, sino por este hotel con forma de vela. El Burj Al Arab, de 321 m, está construido sobre una isla artificial y fue proyectado por el arquitecto inglés Tomas Wright. Es el hotel más alto del mundo y uno de los pocos que enarbola 7 estrellas.
Dubai Creek (Khor Dubai en árabe) es un brazo de mar que se adentra 15 km en el interior de las tierras. A su alrededor se ha ido construyendo la ciudad dividida en dos partes: Bur Dubai al oeste y Deira al este. Para cruzar puede coger un abra (barquito de lo más pintoresco) o atravesar el túnel peatonal.
Las dos triunfales Emirates Towers (1999-2000), magistral muestra de arquitectura moderna con la que Dubái ha querido ingresar en el s. XXI, se levantan al principio de la transitadísima Sheikh Zayed Road. Dependiendo del lugar desde donde se miren, cambian de forma, se juntan o se clavan en el cielo.
Encabezando la lista de atracciones dubaitíes, el parque acuático de Wild Wadi es sin lugar a dudas uno de los más impresionantes del mundo. Una multitud de jardines, piscinas con olas, enrevesados toboganes como el espectacular Jumeirah Scierah, un tobogán de 33 m a 80 km/h
Templo del consumo, laberinto de tiendas distribuido por tres plantas, el Mall of Emirates es el centro comercial más espectacular de Dubái, a la espera de que se inaugure el Mall of Arabia de Dubailand. Aquí podrá incluso, en su estación indoor, esquiar durante todo el año olvidándose de que el desierto está a dos pasos.
¡El reino del shopping y un alucinante barrio de negocios! Después de haber visitado los zocos de las Especias, de los Perfumes o del Oro (que la convierte en la capital mundial del preciado metal), Deira ofrece algunos vestigios de un Dubái histórico con la Casa del Patrimonio o el antiguo Al-Ras
El Zoco del Oro le pone el broche al increíble despliegue de lujo que caracteriza a Dubái. A lo largo de una calle peatonal, los puestos y escaparates rivalizan en originalidad para exhibir el preciado metal. Aquí encontrará todo tipo de joyas, por lo general bastante ostentosas, o podrá comprar oro al peso después de un intenso regateo.
El Zoco de las Especias es uno de los pocos lugares de Dubái donde aún se puede respirar el ambiente y los aromas de antaño. Es un dédalo de pequeñas callejuelas en el que sólo tendrá que dejarse guiar por los olores a curry, incienso, pétalos de rosa, cardamomo, alheña, canela, nuez moscada, etc.
Bur Dubai se compone, además de por Little India, de dos barrios bastante restaurados: Shindagha, antigua plaza comercial cosmopolita cuyos artesanos siguen perpetuando las tradiciones, y bastakiya, a orillas del mar, un lugar tranquilo y pintoresco cuya magia contrasta con la hiperactividad que reina por lo general en el emirato.
Los países del Golfo se dotaron de captadores de viento para refrescar las viviendas, que vendrían a ser los antepasados de nuestros aires acondicionados. Los del venerable barrio de Bastikaya son magníficos. Hágale también una visita al fuerte de Al-Fahidi, que fue prisión y palacio antes de convertirse en el Museo de Historia de Dubái
El fuerte de Al-Fahidi fue erigido en 1790 para protegerse de las guerras tribales. Desde 1971 alberga el Museo de Dubái, donde encontraremos colecciones arqueológicas, históricas y etnológicas que nos muestran el modo de vida que llevaban los antiguos dubaitíes.
El jeque Said Al-Maktoum gobernó en Dubái desde 1912 hasta su muerte, en 1958, y vivió en esta casa construida en 1896 en la desembocadura del Dubai Creek. Esta interesante residencia alberga una colección de fotografías de la dinastía Al-Maktoum (que sigue en el poder), realizadas por el británico Ronald Codrai
Gran atracción y orgullo de la alta tecnología dubaití, Za'abeel Park divide sus 48 hectáreas en tres zonas altamente desarrolladas: energías alternativas, comunicación y tecnología. Los niños se quedarán encantados con el laberinto inspirado en nuestro sistema planetario.
Barrio principalmente residencial situado a orillas del mar, Jumeirah es un concentrado de lujo dominado por las siluetas del Dubai World Trade Centre y de las Emirates Towers. Cuenta con un hipódromo espectacular, repleto de tiendas, spas, cafeterías, playas elegantes, hoteles de lujo y villas ostentosas.

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